Descubre cómo aplicar la Ley de Parkinson a tus finanzas personales y empezar a ahorrar desde el primer día de quincena
MÉXICO.- Si al final de la quincena nunca te sobra dinero para ahorrar, existe una estrategia que podría cambiar tu situación financiera.
La Ley de Parkinson puede ser una herramienta poderosa para cambiar tus hábitos de ahorro y alcanzar tus metas financieras. Así que, la próxima vez que recibas tu salario, recuerda: ¡ahorra primero y gasta después! Tu futuro económico te lo agradecerá. |
Se trata de la Ley de Parkinson, la cual, aunque inicialmente concebida en el ámbito de la productividad, puede ser aplicada de manera efectiva para mejorar tus hábitos de ahorro.
La Ley de Parkinson establece que una tarea tomará tanto tiempo como se le asigne. En otras palabras, si tienes un mes para escribir un ensayo, es probable que te tomes un mes en completarlo.
Sin embargo, si tan solo tuvieras dos semanas, lo más probable es que encuentres la manera de terminarlo en ese plazo más corto. Aplicada al ámbito de las finanzas, esta ley nos dice que gastaremos tanto dinero como tengamos disponible. ¿La solución? Empezar a ahorrar desde el principio de la quincena.
La clave está en cambiar la mentalidad: en lugar de ahorrar lo que nos sobre después de gastar, debemos gastar lo que nos sobre después de ahorrar. Admitimos que esto es más fácil de decir que de hacer, pero la buena noticia es que puedes empezar a implementarlo gradualmente.
Por ejemplo, podrías comenzar la siguiente quincena ahorrando desde el primer día un pequeño porcentaje, como el 1% o el 2%, y luego gastar el resto de tu dinero de forma responsable.
Si te das cuenta de que puedes vivir cómodamente con ese porcentaje ahorrado, no dudes en incrementarlo en la siguiente quincena. La idea es establecer un patrón que te permita priorizar el ahorro desde el inicio del ciclo de pago y adaptar tus gastos a lo que te quede después de asegurar tu futuro financiero.
La Ley de Parkinson puede ser una herramienta poderosa para cambiar tus hábitos de ahorro y alcanzar tus metas financieras. Así que, la próxima vez que recibas tu salario, recuerda: ¡ahorra primero y gasta después! Tu futuro económico te lo agradecerá.