Un análisis más detallado revela que esta aparente solución para obtener liquidez puede acarrear consecuencias financieras adversas
MÉXICO.- En un breve clip difundido en redes sociales, se presenta la tentación de disponer de dinero en efectivo a través de una tarjeta de crédito. Sin embargo, ¿es esta realmente una opción inteligente desde el punto de vista financiero?
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El análisis ilustrativo muestra a una persona aludiendo a la necesidad de efectivo, se dirige al cajero con la intención de realizar una disposición de fondos utilizando su tarjeta de crédito.
Sin embargo, un análisis más detallado revela que esta aparente solución puede acarrear consecuencias financieras adversas.
En primer lugar, es importante destacar que sacar dinero en efectivo de una tarjeta de crédito conlleva costos significativos.
Además de los intereses asociados a la operación, que suelen ser más elevados que los de una compra tradicional, muchos emisores de tarjetas también aplican comisiones por disposición de efectivo.
Estas comisiones, que pueden representar un porcentaje del monto retirado, suman un costo adicional al usuario.
Pero eso no es todo. Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, el hecho de esperar hasta la fecha de vencimiento para saldar la deuda no elimina los cargos por intereses.
De hecho, los intereses sobre el efectivo retirado comienzan a acumularse desde el momento mismo de la operación y se suman día tras día hasta que la deuda se liquide por completo.
Ante este panorama, resulta evidente que la conveniencia de sacar dinero en efectivo de una tarjeta de crédito es cuestionable.
Si bien puede resolver una necesidad inmediata de liquidez, a largo plazo puede resultar extremadamente costoso y contribuir a una acumulación de deudas difícil de revertir.
En última instancia, es fundamental que los usuarios de tarjetas de crédito comprendan plenamente los costos y riesgos asociados a la disposición de efectivo antes de recurrir a esta opción.
La educación financiera y la toma de decisiones informadas son clave para evitar caer en trampas financieras y mantener una saludable gestión de las finanzas personales.