Descubre cómo el seguro de vida en créditos hipotecarios garantiza la tranquilidad financiera de tus seres queridos y protege tu hogar aún en ausencia
MÉXICO.- Invertir en una vivienda a través de un crédito hipotecario es un paso importante hacia la construcción de un hogar y patrimonio. Sin embargo, ¿qué sucede con el crédito en caso de fallecimiento del titular? Carlos Díaz, director general de Nexicrédito, ofrece esclarecedoras respuestas.
Los créditos hipotecarios otorgados por instituciones financieras e entidades como el Infonavit y Fovissste incorporan un seguro de vida para el acreditado.
Este seguro entra en vigor en caso de fallecimiento, sirviendo para liquidar la deuda pendiente con la entidad que otorgó el financiamiento.
Es crucial comprender que, en caso de que el titular del crédito fallezca, el seguro de vida liquidará la deuda directamente a la institución crediticia, no a familiares o seres queridos. Este enfoque, según Díaz, evita que se transmita una deuda a los herederos.
El pago del seguro de vida se integra con la mensualidad de la hipoteca, protegiendo el saldo del crédito. Al contratar un crédito hipotecario, se ofrecen opciones de aseguradoras para seleccionar aquella que mejor se adapte a las necesidades y preferencias del solicitante.
Estos seguros no solo cubren la eventualidad del fallecimiento, sino que también contemplan situaciones como invalidez total y permanente, así como protección contra el desempleo. En caso de pérdida de empleo involuntaria, el seguro puede cubrir las mensualidades durante períodos específicos, proporcionando un respaldo financiero crucial en tiempos difíciles.
Es vital examinar detenidamente las condiciones generales del seguro, especialmente las exclusiones. Por ejemplo, algunos seguros solo pagan a los beneficiarios designados el importe pagado al beneficiario preferente, que es la institución crediticia.
Además, ciertas condiciones, como ciertas enfermedades o períodos de espera, podrían afectar la activación del seguro.
El seguro de vida debe mantenerse vigente durante la duración del crédito hipotecario. Por lo tanto, si el crédito es a 20 años, el asegurado deberá continuar pagando la póliza durante ese período para garantizar la protección de la deuda en caso de fallecimiento.
En caso de fallecimiento del titular, el procedimiento para cancelar un crédito hipotecario implica contactar a la institución financiera, proporcionando documentos como identificación del titular, acta de defunción y carta de solicitud de cancelación por fallecimiento.
Posteriormente, se solicitará un documento de cancelación de hipoteca al banco y se buscará a un notario para llevar a cabo los trámites de cambio y adjudicación del inmueble.
Carlos Díaz enfatiza la importancia de dejar claro quién heredará la propiedad en caso de fallecimiento, sugiriendo que esta información se incluya en un testamento para asegurar una transición suave del patrimonio a los beneficiarios designados.
Es esencial considerar los costos asociados con los trámites de cancelación y adjudicación de la vivienda, lo que puede evaluarse previamente a través de cotizaciones en notarías.
En última instancia, comprender el papel y las implicaciones del seguro de vida en el contexto de un crédito hipotecario es esencial para proteger no solo la propiedad, sino también la estabilidad financiera de los seres queridos en momentos difíciles.