La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), comparte en su Revista del Consumidor, algunas recomendaciones para que tú mismo limpies tus sillas, sillones o vestiduras del automóvil
MÉXICO.- En tiempos difíciles, como los de inflación, hacer tú mismo las cosas puede ayudarte a generar un ahorro considerable, para que utilices tu dinero en otras necesidades.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), comparte en su Revista del Consumidor, algunas recomendaciones para que tú mismo limpies tus sillas, sillones o vestiduras del automóvil.
¿Cómo limpiar tú mismo sillones o vestiduras de un auto?
De acuerdo con la Revista del Consumidor, requerirás los siguientes materiales y herramientas para llevar a cabo tú mismo la limpieza:
- Shampoo para vestiduras de tela
- Agua
- Jabón suave y líquido para ropa
- Vinagre
- Aspiradora
- Atomizador
- Cepillo de dientes
- Esponja o cepillo con cerdas suaves
- 2 paños de microfibra
El procedimiento se lleva de la siguiente manera:
- Aspira la tela. Esto ayudará a retirar el polvo y la suciedad. Si no tienes aspiradora, puedes sacudir golpeando la superficie.
- Prepara el jabón. En un atomizador agrega una parte del jabón para la ropa por tres de agua y agita hasta mezclar perfectamente. Si utilizas un jabón especializado, sigue las instrucciones de uso.
- Humedece la zona. Rocía la mezcla directamente en las manchas, pero sin que sea demasiado pues se podría acumular moho y mal olor.
- Deja reposar. Espera 5 minutos para que la suciedad se vaya desprendiendo de la tela.
- Talla la tela. Una vez que pase el tiempo, con el cepillo talla suavemente haciendo movimientos circulares. Con la ayuda del cepillo de dientes limpia las costuras.
- Retira el jabón. Después de tallar, retira el jabón con uno de los paños húmedos. Enjuágalo, exprímelo bien y pásalo nuevamente hasta que ya no queden rastros de jabón o suciedad en él.
- Pasa un paño seco. Presiona firmemente las superficies húmedas con un paño limpio y seco.
- En el caso de las vestiduras de un automóvil, deberás, como último paso, dejar las ventanillas y puertas abiertas para ayudar a que se sequen.