El incremento constante de precios es una realidad y un dolor de cabeza en México y en el mundo. ¿Qué es lo mejor que puedes hacer con tu dinero?
MÉXICO.- Ya no hay duda, la inflación es un dolor de cabeza en todo el mundo. No queda más que prepararse.
En este contexto, la gran pregunta es qué hacer en cuestión de finanzas personales: ¿gasto, invierto o ahorro?, conforme lo permita la situación.
Inflación, riesgo y oportunidad
Lo cierto es que la inflación genera una serie de riesgos, pero al mismo tiempo de oportunidades. Concentrarse en una estrategia única sería un error, es probable que precisamente por este incremento de precios será necesario considerar los tres elementos (gasto, ahorro e inversión), como factores relacionados.
Gasto, es inevitable
En periodos de inflación elevada los precios se nutren de dos fuentes: la demanda general que los impulsa; y la demanda doméstica o local, que los catapulta todavía más.
En un escenario de aumento de precios, el comportamiento de la gente es plenamente “humano”, trata de comprar hoy lo que sabe o presiente que mañana estará más caro.
Es importante no caer en el consumismo exacerbado, pero es inevitable que no haya aumento general en el gasto. En este sentido, lo único aconsejable es hacer un gasto más “inteligente”, para resentir lo menos posible el impacto inflacionario.
Ahorro: Sí, pero con objetivos de corto plazo
Ahorrar en épocas de alta inflación es una tarea compleja, lo que se compra hoy con un peso mañana ya es imposible. Aunque para eso los bancos centrales del mundo y los mercados en general aumentan las tasas de interés.
Pero, el repunte generalizado de los precios es un gran inhibidor del ahorro. Lo aconsejable es mantener el hábito, pero con objetivos de corto plazo, en tiempos de alta inflación el ahorro se deteriora con rapidez si no se invierte adecuadamente.
Invierte, pero mantente lo más “líquido” posible
Luego entonces, invertir es una de las mejores opciones, aunque debe ponerse mucha atención en el plazo y la tasa de interés. Sin embargo, lo aconsejable es invertir siguiendo muy de cerca la trayectoria de las tasas y para ello es necesario mantenerse lo más “líquido” posible; es decir, invertir en el corto plazo.
La razón de dicha estrategia consiste en el hecho de que no se sabe hasta dónde van a llegar las tasas y si “amarramos plazo”, es decir invertimos en un horizonte amplio de tiempo, es probable que lo hagamos a tasas más bajas respecto a las que podrían registrarse en algún momento.
En suma, ha llegado el momento de ser más eficaces con nuestro dinero, la inflación alta ha llegado y se quedará por un tiempo, no hay razón para que dejemos de gastar, ahorrar e invertir, pero con inteligencia.
Este fenómeno, el de la inflación, es hasta cierto punto novedoso para muchas de las generaciones actuales. Lo ideal es que este proceso inflacionario no empeore, eso nos llevaría a épocas que se supone hemos superado y le provocarán al país problemas adicionales que en su momento retrasaron el crecimiento. El tiempo nos dará las respuestas.