Exploraremos los beneficios y desventajas del arrendamiento y lo compararemos con otras formas de comprar un auto, para determinar cuál es la alternativa más conveniente
MÉXICO.- El proceso de adquirir un auto puede generar muchas dudas, especialmente cuando se desea obtenerlo rápidamente sin tener que esperar para juntar el enganche o pagar el precio total al contado. En este sentido, el arrendamiento o leasing puede parecer una opción atractiva.
En este artículo, exploraremos los beneficios y desventajas del arrendamiento y lo compararemos con otras formas de comprar un auto, para determinar cuál es la alternativa más conveniente.
El leasing, básicamente, implica rentar un auto a largo plazo. Una de sus principales ventajas es que el desembolso inicial suele ser menor en comparación con un crédito o el pago al contado.
Además, ofrece la posibilidad de cambiar continuamente por modelos más nuevos, lo cual puede ser atractivo para algunos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el arrendamiento se asemeja más a un alquiler a largo plazo que a ser propietario del vehículo, lo cual puede ser considerado como una desventaja.
Por ejemplo, existen restricciones en cuanto a los kilómetros recorridos por año, con penalizaciones en caso de exceder el límite establecido.
Si comparamos el arrendamiento con la opción de crédito, utilizando como ejemplo la compra de un Nissan Sentra 2023 con un valor de $402,900 al contado, encontramos dos opciones de arrendamiento: financiero y puro.
En el arrendamiento financiero, se requiere un pago inicial de $33,500 más pagos mensuales de $11,000 durante 36 meses, lo que suma un total de $429,500.
En esta modalidad, al finalizar el período de arrendamiento, no se adquiere la propiedad del vehículo y se debe iniciar nuevamente el proceso de arrendamiento con un auto más nuevo, pagando mensualidades similares o incluso superiores.
Por otro lado, en el arrendamiento puro, se necesita un pago inicial de $38,000 y pagos mensuales de $12,800 durante 36 meses.
Además, al finalizar el contrato, se debe realizar un pago adicional de $150,000 para adquirir la propiedad del auto. En total, esta opción representa un gasto de $648,800.
En ambos casos, se puede observar que se termina pagando más de lo que realmente vale el auto, lo cual plantea dudas sobre la conveniencia de estas alternativas.
Por otro lado, al optar por un crédito, se requiere un enganche de $80,580 y pagos mensuales de $11,500 durante 36 meses, lo que suma un total de $494,580.
A diferencia del arrendamiento, al finalizar el contrato, el cliente se queda con el auto. Sin embargo, se deben considerar los intereses asociados a esta forma de financiamiento.
En resumen, comprar al contado implica el pago de $402,900 y adquirir la propiedad del auto. El arrendamiento financiero y el arrendamiento puro representan gastos adicionales de $26,600 y $245,900 respectivamente, sin obtener la propiedad del vehículo. Por otro lado, el crédito implica un gasto adicional de $91,680, pero se adquiere la propiedad del auto.
Es importante recordar que comprar un auto mediante crédito o arrendamiento implica pagar más de lo que realmente cuesta el vehículo.
A pesar de que el desembolso inicial puede ser menor en comparación con el pago al contado, es necesario considerar los intereses y los pagos a largo plazo.
Ante estas opciones, surge la alternativa de ahorrar para comprar el auto deseado. Esta opción requiere establecer una prioridad financiera, presupuestar una cantidad mensual para el vehículo y esperar hasta reunir el dinero necesario para la compra.
Aunque lleva más tiempo, esta opción evita pagar intereses y permite obtener el auto sin incurrir en gastos adicionales.
En conclusión, al adquirir un auto, el arrendamiento puede parecer atractivo en un principio debido al menor desembolso inicial, pero implica pagar más a largo plazo y no obtener la propiedad del vehículo. La opción del crédito también conlleva pagos adicionales en forma de intereses.
Ahorrar para comprar el auto deseado puede ser la alternativa más prudente, evitando así los gastos adicionales y adquiriendo la propiedad del vehículo de forma directa.