Reconocer las diferencias entre las deudas buenas y las malas, te ayudará a mejorar tus finanzas personales y aquí te decimos qué debes considerar antes de adquirir una deuda
ÉXICO.- La palabra deuda suele asociarse con algo negativo, como una carga para las finanzas personales, pero es importante reconocer que existen algunas deudas buenas y otras malas.
Dicho de otra manera, reconocer las diferencias entre las deudas buenas y las malas, te ayudará a mejorar tus finanzas personales y aquí te decimos qué debes considerar antes de adquirir una deuda.
¿Cómo diferenciar las deudas buenas de las malas?
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), comparte que primero debes entender qué es una deuda financiera.
Según la Condusef, se trata de la obligación de devolver el dinero prestado, junto con los intereses generados durante el período del préstamo, de acuerdo con las condiciones establecidas al adquirir dicha deuda.
Algunas personas evitan el endeudamiento a toda costa porque no quieren destinar parte de sus ingresos a pagar una deuda, pero sin importar qué tipo de persona seas, debes considerar que al adquirir un crédito, asumes una deuda que deberás pagar a futuro.
¿Cuáles son las deudas buenas?
Según la Comisión, las deudas buenas son las que contribuyen al crecimiento de tu patrimonio o te brindan seguridad ante eventualidades y las personas suelen adquirirlas para invertir en algo que genere ganancias a largo plazo.
Una deuda buena se considera también cuando se destina a bienes duraderos, cuyos pagos no superan el 30% de tus ingresos mensuales y generan liquidez o aumentan tu patrimonio.
Algunos ejemplos de deudas buenas son:
- Deuda de apalancamiento para invertir o impulsar un negocio
- Compra de un automóvil (de segunda mano en buen estado) que pueda generar ingresos
- Hipoteca de una casa
- Pago de un curso o maestría que aumente tus oportunidades de obtener un empleo mejor remunerado
- Pago de un seguro de gastos médicos mayores que proteja a ti y a tu familia
¿Cuáles son las deudas malas?
Las deudas malas no generan ganancias y se adquieren para bienes innecesarios, de corta duración o que se deprecian rápidamente.
Las deudas se vuelven malas cuando se manejan de manera deficiente y se sobrepasa la capacidad de pago. En estas situaciones, las personas suelen adquirir nuevos préstamos para pagar las deudas anteriores, creando un ciclo de endeudamiento.
También se considera una deuda mala cuando destinas más del 30% de tus ingresos para pagarla.
Algunos ejemplos de deudas malas son:
- Deudas en tarjetas de crédito por un mal manejo, utilizándolas como una extensión de tus ingresos
- Intentar llevar un estilo de vida que no corresponde a tus ingresos, comprando la última versión de un celular o un automóvil nuevo y costoso para ganar estatus
- Pagar viajes con tarjetas de crédito
- Comprar ropa, calzado o víveres con tarjetas de crédito
- Pago de servicios (agua, luz, gas, etc.) con crédito
Esto debes considerar antes de adquirir una deuda
Antes de ir por una deuda, debes plantearte si realmente necesitas ese préstamo, porque toda deuda conlleva riesgos, así que debes armar un plan realista antes de asumirla.
Analiza tu capacidad de pago y considera posibles emergencias. Si no sabes cómo determinarlo, puedes utilizar la siguiente fórmula: Ingresos - gastos fijos - ahorro = capacidad de pago.
También debes considerar el plazo, la tasa de interés y las mensualidades, pero es importante que antes de aceptar un crédito, compares las condiciones ofrecidas por diferentes instituciones financieras.