La Condusef revela mitos y realidades en torno al dinero y su relación con la felicidad, que aquí te compartimos
MÉXICO.- Seguramente en alguna ocasión hayas escuchado la frase que dice: “El dinero da la felicidad”, o por el contrario, que no la da, lo cierto es que sí ayuda en el día a día.
Algunos mitos entorno a la riqueza son falsos y es importante que los conozcas | Unsplash
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), revela mitos y realidades en torno al dinero y su relación con la felicidad, que aquí te compartimos.
Mito 1: “Comprar genera felicidad”
Verdadero. Por inverosímil que parezca, ir de compras aumenta la producción de serotonina, que es la hormona de la felicidad en el cerebro.
Así que aunque comprar te pondrá de muy buen humor, debes tomar las cosas con cautela, porque si por gastar afectas tus finanzas personales, al final experimentarás un sentimiento contrario, como la incertidumbre, así que planea bien antes de comprar y define en qué y cuánto puedes gastar.
Mito 2: “Sólo se puede ser feliz teniendo mucho dinero”
Falso. Varios estudios han demostrado que una vez que el dinero cubre las necesidades básicas, como la alimentación, salud, y vivienda, entre otros, se tiene felicidad.
Este sentimiento en realidad es relativo en otros ámbitos de la vida, como el sentimental o la realización tanto personal como profesional, entre otros, lo que significa que si no se compensa con lo interior, no se llega a ser feliz.
Mito 3: “La abundancia se trata únicamente del dinero”
Falso. Es común creer que al pensar en abundancia se venga a la mente la idea de la riqueza financiera o material, pero algunos principios de la sicología han demostrado cómo ésta abarca múltiples aspectos de la vida de las personas, como las relaciones, experiencias y salud.
Según la Condusef, entre más dinero se tiene las necesidades evolucionan y con ello el gasto que se debe hacer cada mes, así que procura detectar los puntos importantes de tu bienestar y el de tu entorno y ajústalos para conseguir un equilibrio saludable.