Mantener activos líquidos es fundamental para cubrir gastos cotidianos, enfrentar pagos irregulares y aprovechar oportunidades de inversión
MÉXICO.- En la primera entrega de esta serie sobre la liquidez en la planificación financiera personal, se resaltó la importancia de cuidar y mantener niveles saludables de liquidez.
Ahora, es necesario aclarar que la liquidez no se refiere únicamente a la capacidad de convertir activos en efectivo rápidamente, sino que también implica considerar la naturaleza de dichos activos.
El autor advierte que las acciones en bolsa, a pesar de poder venderse en un plazo relativamente corto, no deben considerarse como instrumentos muy líquidos.
La volatilidad de los mercados financieros puede generar fluctuaciones en los precios de las acciones, lo que podría obligar a vender en momentos desfavorables y sufrir pérdidas significativas.
Por tanto, la liquidez no solo implica disponibilidad inmediata, sino también estabilidad y previsibilidad del valor de los activos.
Dentro de los ejemplos de activos líquidos se encuentran el efectivo, el dinero en cuentas de cheques o ahorro, inversiones en instrumentos de deuda a corto plazo y liquidez diaria, entre otros similares.
El artículo también aborda la pregunta de cuánta liquidez se debe mantener en el plan financiero personal. En primer lugar, es necesario contar con dinero en efectivo para cubrir los gastos corrientes, como el pago de renta, comida y servicios básicos.
Si bien las tarjetas de crédito pueden ser utilizadas, es recomendable tener el dinero disponible para pagarlas y evitar endeudamientos costosos.
Además, es importante contar con fondos para hacer frente a gastos grandes e irregulares que se puedan planificar, como impuestos, seguros, vacaciones o regalos navideños. Incluir estos gastos en el presupuesto evita desequilibrios financieros cuando llega el momento de afrontarlos.
Un aspecto crucial es la creación de un fondo de emergencia, el cual debe ser capaz de cubrir los gastos corrientes durante al menos tres meses.
En el caso de trabajadores independientes, puede ser necesario contar con un fondo que cubra seis meses o más. La construcción gradual de este fondo es esencial para brindar seguridad financiera en caso de desempleo o situaciones inesperadas.
Por último, se destaca la importancia de mantener cierta liquidez en el portafolio de inversiones. Invertir en instrumentos de corto plazo y alta liquidez, representando entre un 5% y 10% del portafolio, permite diversificación, reducción de riesgos y aprovechamiento de oportunidades en los mercados financieros.
En conclusión, la liquidez desempeña un papel fundamental en la planificación financiera personal. Mantener activos líquidos permite cubrir gastos cotidianos, afrontar pagos irregulares, contar con un fondo de emergencia y aprovechar oportunidades de inversión.
La liquidez no solo implica disponibilidad inmediata, sino también estabilidad y previsibilidad del valor de los activos en el tiempo.