Según un método poco convencional, la reacción ante este simple gesto revela mucho sobre el nivel de orden en una casa
MÉXICO.- Si alguna vez te has preguntado qué revela sobre tu hogar una servilleta de papel aplastada en el suelo, estás a punto de descubrirlo. Ser una persona ordenada podría ser agradable para tu bolsillo.
Mantener un hogar ordenado no es una tarea imposible. Al seguir estas tres reglas básicas, es posible transformar el caos en armonía, haciendo del hogar un lugar más acogedor y funcional para todos los que lo habitan. | pexels
Según un método poco convencional, la reacción ante este simple gesto revela mucho sobre el nivel de orden en una casa.
Según un análisis detallado del canal “Aprendiz Financiero”, las personas ordenadas sentirán una incomodidad casi instantánea al ver el papel desechado en el suelo, llevándolas a recogerlo y desecharlo en un basurero.
¿Y si al final del día la servilleta sigue ahí, desafiando la ley de la gravedad? Bueno, amigo mío, es probable que en tu hogar falten esos hábitos que caracterizan a la gente ordenada.
1. Reducción de objetos: menos es más
El primer secreto de aquellos que mantienen la armonía en sus hogares es la reducción deliberada de objetos.
Si tu cama se convierte en un almacén de ropa durante el día y el sofá o el suelo se convierten en tu refugio nocturno, quizás sea hora de reconsiderar tu relación con las posesiones. La premisa es simple: menos cosas significan menos limpieza y más orden.
2. Asignación de lugares específicos para cada objeto
¿Cuál es el lugar de la pelota de fútbol? ¿Y el del control remoto? Si las respuestas no son inmediatas y claras, es posible que estés en medio de un caos organizativo.
La gente ordenada sabe que asignar un lugar específico para cada objeto es la clave para mantener el orden. Sin lugar asignado, todo se convierte en un juego de búsqueda que nadie quiere jugar.
3. Rutina diaria de limpieza: la constancia como aliada
Por último, pero no menos importante, está la rutina diaria de limpieza. Tomar solo 15 minutos después del almuerzo y otros 15 antes de acostarse puede marcar la diferencia entre el orden y el caos perpetuo.
Si cada cosa tiene su lugar y la cantidad de objetos es manejable, este tiempo debería ser suficiente para mantener el hogar en perfecto estado.
Mantener un hogar ordenado no es una tarea imposible. Al seguir estas tres reglas básicas, es posible transformar el caos en armonía, haciendo del hogar un lugar más acogedor y funcional para todos los que lo habitan.