Priorizar los gastos e identificarlos son acciones para administrar de una manera óptima su dinero y mejorar el manejo de sus recursos. Una manera clara para organizar sus gastos, es por medio de la clasificación.
MÉXICO.- La plataforma de finanzas personales Finerio, a través de su blog, indicó que el primer paso para hacerlo es identificar todos los gastos que se tienen, desde el más pequeño hasta el más grande, ello permitirá conocer en qué se gasta el dinero y cuánto se destina a cada rubro.
Una manera clara para organizar sus gastos, es por medio de la clasificación: existen los básicos, no básicos y las deudas.
Ejemplificó que una manera para clasificarlos es dividirlos en tres tipos: básicos, no básicos y deudas. En la parte de básicos, se deben englobar aquellos pagos que no se pueden dejar de realizar y que cubren sus necesidades básicas como la vivienda, alimentación, servicios como agua, luz, teléfono y transporte, mientras que los no básicos se relacionan con el estilo de vida, como el uso de plataformas de streaming o una cena fuera de casa.
También se deben de tomar en cuenta otro tipo de gastos como el pago de impuestos e incluso cualquier imprevisto que pueda surgir. “Procura reservar un porcentaje de los ingresos del mes para cubrir estos gastos sin complicaciones”, afirmó.
Otro consejo es elaborar un presupuesto para cada uno de los gastos y siempre tener presente que éstos no pueden superar o igualar el total del dinero que se gana.
Finerio recomendó incorporar hábitos de salud financiera, como preguntarse si realmente las compras que realiza son una necesidad, comparar precios y diferentes opciones para no quedarse con la primera opción, eliminar ciertos gustos que pueden representar gastos hormiga; así como planificar y organizar las compras.
Poner en práctica esto ayuda a tener una relación diferente con el dinero, a ser conscientes de cada gasto y a tomar mejores decisiones financieras, decisiones que, en el corto y mediano plazo van a influir en el bienestar y la calidad de vida”, indicó Finerio.
Fuente: Finerio y el economista