La informalidad en la que se encuentran la mayoría de los negocios dirigidos por mujeres es una barrera para acceder a financiamiento y para incrementar su participación en organismos gremiales.
MÉXICO.- ¿Por qué si las empresas fundadas por mujeres son 13% más rentables rápidas en comparación con aquellas iniciadas por los hombres, la participación del género en la economía de México es minoría?
La pregunta resuena aún más, si se toma en cuenta que la mayoría de la población en el país son mujeres. En 2020 había 95 hombres por cada 100 mujeres.
Tras la pandemia por Covid-19, y más recientemente, por los conflictos geopolíticos en Europa del Este y los elevados precios de los energéticos que han llevado la inflación a niveles no vistos en la últimas década, la urgencia de motivar la participación de la mujeres en la economía retumba como eco en la Cumbre Emprendedora 2022 organizada por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), pero ¿qué falta para lograrlo?
Sonia Garza González, presidenta nacional de la Asociación Mexicana De Mujeres Jefas de Empresas, explica que aunque el género es mayoría, el 82% de las mujeres económicamente activas está en la informalidad, lo que limita el crecimiento y mejora económica del país.
Pero para que las mujeres puedan prosperar como empresarias requieren de acceso a capital y uno de los requisitos para obtenerlo es estar en el sector formal, lo cual se vuelve un impedimento para las mujeres, cuyos negocios se encuentran mayormente en la informalidad.
En los último años han surgido algunas alternativas de financiamiento social, una de ellas es el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México, enfocado a aquellos sectores que no tienen acceso a la banca comercial. Hoy, las mujeres solicitan el 73% de los créditos otorgados por el organismo.
Fadlala Akabani Hneide, secretario de Desarrollo Económico de la CDMX, detalla que del 100% de los créditos que se otorgan a las mujeres, 90% paga puntualmente.
Las mujeres responden adecuadamente al crédito que adquieren”, sostiene.
Esto no solo se vuelve una barrera para acceder a financiamiento, sino también para incrementar la participación de las mujeres en las empresas, principalmente en los organismos empresariales y en los consejos de las compañías.
Sofía Pérez Gasque, presidenta nacional del Consejo Coordinador De Mujeres Empresarias, resalta que por ello, este organismo orienta esfuerzos en motivar la incorporación de las mujeres a los esquemas formales, pues “no podemos ser un país competitivo si el 65% de las mujeres está en la informalidad del negocio”.
Nos dimos cuenta que no podíamos tener más mujeres en los organismos empresariales porque el 99.9% solo acepta empresas formales, entonces por supuesto que necesitamos que todas las mujeres sean formales para que tengan más espacios en estas esferas”, resalta.
De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, lanzado en el marco del Día de la Mujer del año pasado, solamente el 10% de los consejos de las empresas listadas en las bolsas de valores del país contaron con mujeres en sus consejos de administración.
Paz Austin, directora general del Consejo Mexicano Vitivinícola, y Juana Ramírez, presidenta del consejo directivo de la ASEM, coinciden en la urgencia y necesidad de crear sinergias, así como de motivar una nueva estructuras en las organizaciones, donde se priorice la participación de las mujeres.
Fuente: Estudio de Instituto Mexicano para la Competitividad, ASEM y Consejo Mexicano Vitivinícola