El avance de la tecnología también llegó a la creación y funcionamiento de los contratos, volviendolos más fácil de realizar y de manera digital, lo que revolucionará el mundo de los negocios
MÉXICO.- Los smart contracts son una funcionalidad que las empresas y los comerciantes añadirán poco a poco a sus tratos en el futuro.
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Y es que, estos son contratos en una versión digital de los tradicionales, pero que, a su vez, cuentan con un método de verificación externo lo que quiere decir que son acuerdos blindados entre dos o más partes, cuyo contenido se almacena en blockchain.
También, se puede identificar como un registro virtual en el que se aplican las normas aceptadas por todas las partes y se ejecutan por sí mismas, sin la intervención de terceros, como un juez o un árbitro.
¿Qué ventajas tienen los smart contracts?
Los contratos inteligentes generan cada vez más un gran interés en las industrias, pues a medida que crecen sus aplicaciones las empresas descubren sus ventajas, pero ¿cuáles son estas? Te decimos:
- Autonomía: En los smart contracts, no es necesario que intervenga un tercero, como un abogado o un notario, para que den fe o seguridad a las partes.
- Ahorro de costes: La falta de intervención de personas en la ejecución del contrato reduce los costes.
- Seguridad: El uso de la tecnología blockchain brinda seguridad y evita fraudes, ya que aporta transparencia y permite la trazabilidad de cada operación.
- Ahorro de tiempo: Los contratos inteligentes utilizan la automatización de procesos, por lo que disminuye el tiempo que se dedica a cada tarea, y las empresas tienen la oportunidad de poner el foco en desarrollar su negocio.
- Eliminación de errores: La automatización y el uso de la tecnología en este tipo de contratos supone que los errores se reduzcan en gran medida.
- Sostenibilidad: Los smart contracts contribuyen a un desarrollo sostenible. Con un contrato inteligente no son necesarios los desplazamientos, por tanto, se evita el consumo de combustible. Asimismo, no requiere el uso de oficinas o papel, por lo que se protege el medioambiente.
Usos de los smart contracts
Existe una multitud de sectores en los que se pueden aplicar los smart contracts: desde las finanzas o la banca hasta el ámbito legal, el transporte, salud y farmacéutico, entre otros. En este sentido, algunos de sus usos más frecuentes son los siguientes:
- Confirmar la entrega de un producto: hace posible firmar un contrato por el que se confirma la entrega de un producto, de manera que, cuando el contrato inteligente tenga la certeza de que se ha producido dicha entrega, se debe pagar una determinada cantidad de dinero.
- Registrar títulos académicos: en recursos humanos, los smart contracts se pueden utilizar para registrar títulos académicos para que no exista ningún fraude en los currículums y se conozca con exactitud la formación de cada candidato, de manera que se adaptará mejor al puesto de trabajo ofertado.
- Firmar hipotecas o créditos: en el sector financiero, si se cumplen una serie de requisitos preestablecidos por ejemplo, un ratio de solvencia del solicitante, el banco otorga el crédito de forma automática. De esta manera, los procesos de financiación son mucho más rápidos y más baratos.
- Compensación económica: en el ámbito de los viajes, por ejemplo, un smart contract podría compensar al viajero automáticamente en caso de producirse algún retraso en un vuelo o una cancelación. De esta forma, se evitan reclamaciones y trámites burocráticos en los que es necesario invertir tiempo y esfuerzo. Asimismo, en el sector de los seguros, si se produce un siniestro en un automóvil, la empresa aseguradora podría pagar automáticamente al asegurado, una vez cotejados todos los requisitos. En este caso, el ahorro de trámites podría suponer una reducción en las primas de los seguros.
- Registrar la propiedad o cambiarla: los contratos inmobiliarios se pueden convertir en contratos inteligentes que se ejecuten sin necesidad de intermediarios como abogados, notarios o consultores. Es el caso de los contratos de alquiler de viviendas, locales comerciales u otros inmuebles, así como el de la compraventa de activos inmobiliarios.