El costo de alimentos y bebidas no alcohólicas ha aumentado significativamente en los últimos años, afectando a los hogares mexicanos. La inflación provoca recortes en el consumo, especialmente entre jóvenes y familias de ingresos medios y bajos
MÉXICO.- El costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas en México ha experimentado un aumento significativo en los últimos dos años.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INE), entre septiembre de 2021 y septiembre de 2023, los precios de estos productos han aumentado un 26.4%.
Si comparamos con el mismo mes de 2019, el incremento es aún mayor, alcanzando el 31.7%. Esta inflación ha impactado en el volumen de consumo de alimentos en todos los hogares, pero sus efectos varían según la clase social y el tipo de unidad familiar.
Los hogares de clase media-baja son los más afectados, con una reducción del 10.5% en el consumo de alimentos per cápita en el último año, en comparación con el mismo período de 2019-2018.
Le siguen en la reducción de consumo la clase baja (-7.9%), la clase media (-7.6%), y las clases altas y medias altas (-6.22%). Esto refleja cómo el poder adquisitivo influye en los patrones de consumo.
Un dato llamativo es que ciertos grupos demográficos, como los jóvenes y las familias con hijos pequeños, han reducido significativamente su gasto en alimentos. Las parejas con hijos pequeños han disminuido su consumo en un 15%, seguidas de las parejas jóvenes sin hijos, que han reducido su gasto en un 14%.
En contraste, los hogares formados por personas en edad de jubilación (mayores de 65 años) han disminuido su consumo de alimentos en un 5.2%, lo que indica que son menos afectados por la inflación.
Una de las razones detrás de esta disparidad es que las pensiones, una fuente importante de ingresos para los jubilados, se han revalorizado conforme a la inflación en los últimos dos años. Por otro lado, los salarios han perdido poder adquisitivo ya que sus incrementos han sido menores que la inflación.
A pesar de que el volumen de alimentos consumido en el hogar ha alcanzado niveles mínimos de las últimas décadas, el gasto absoluto en alimentos sigue siendo elevado, lo que impacta en los hogares.
Un estudio de Funcas revela que los hogares han pagado 297 euros más en impuestos sobre el valor añadido (IVA) en 2021 y 2022 debido a la inflación, a pesar de consumir menos.
En términos de productos específicos, el pescado, la carne y el aceite son los alimentos que más han dejado de comprarse en términos porcentuales.
A pesar de estos desafíos, algunos datos sugieren que el consumo de alimentos podría estar empezando a recuperarse, especialmente en hogares con incrementos salariales que han superado la inflación. Sin embargo, el consumo de los hogares en términos de Contabilidad Nacional sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia.
En este contexto, el Gobierno enfrenta decisiones sobre la posible ampliación de la rebaja del IVA en alimentos, vigente hasta el final de 2023.
A pesar de su impacto fiscal y su beneficio a las rentas más altas, la medida ha sido recomendada por instituciones como la Comisión Europea. La decisión sobre su futuro dependerá de varios factores, incluyendo la situación económica y fiscal del país.
La combinación de un aumento en los precios de alimentos y bebidas con cambios en los patrones de consumo está afectando a los hogares mexicanos, lo que hace que el equilibrio entre el presupuesto familiar y la nutrición sea un desafío cada vez mayor.