La decisión de Google de despedir a 28 empleados ha generado un intenso debate en el mundo de la tecnología. Estos despidos se produjeron después de una serie de protestas de los trabajadores contra el Proyecto Nimbus
En un acontecimiento que sacude el corazón de Silicon Valley, Google ha decidido terminar abruptamente el contrato laboral de 28 empleados, desencadenando una tormenta de controversia en torno al Proyecto Nimbus. Este proyecto, valorado en 1,200 millones de dólares, tiene como objetivo proporcionar servicios en la nube y de Inteligencia Artificial al Gobierno israelí.
¿Por qué se originaron las protestas?
El grito de protesta surge desde las entrañas de la compañía, encabezado por la 'No Tech For Apartheid Campaign' (Campaña No a la Tecnología para el Apartheid), una organización de empleados de Google y Amazon que aboga por el fin del Proyecto Nimbus. Según declaraciones oficiales de la organización, el despido masivo se ha interpretado como un "flagrante acto de represalia", revelando una preferencia de Google por su relación contractual con el "Gobierno y el Ejército genocidas israelíes" sobre el bienestar de sus propios empleados.
El martes pasado, una protesta de diez horas llevada a cabo por numerosos trabajadores de Google en varias de sus oficinas principales, transmitida en vivo a través de Twitch, culminó con el arresto de hasta nueve manifestantes después de que los administradores de cada sucursal solicitaran la intervención policial.
Derecho a la protesta
Las acusaciones de Google sobre intimidación y acoso como justificación para los despidos han sido vehementemente refutadas por la 'No Tech For Apartheid Campaign'. La organización niega rotundamente la existencia de daños a la propiedad o amenazas hacia otros empleados, alegando que la protesta fue recibida con apoyo y solidaridad por parte de la comunidad laboral.
"Los trabajadores de Google tenemos el derecho fundamental a protestar pacíficamente por las condiciones de nuestro empleo. Estos despidos son claramente actos de represalia", afirma la Campaña. "Esto solo avivará el fuego de nuestro movimiento", añade.
Por otro lado, la Campaña ha cuestionado la transparencia de Google al afirmar que el Proyecto Nimbus no está relacionado con cargas de trabajos sensibles o militares, citando un informe de la revista TIME que revela la colaboración de Google en el desarrollo de herramientas personalizadas para el Ministerio de Defensa israelí.
Acusan a su tecnología
Las críticas se centran en los máximos responsables de Google, Sundar Pinchai y Thomas Kiruan, a quienes se acusa de ser cómplices en el genocidio.
"No podemos comprender cómo estos individuos pueden conciliar el sueño sabiendo que su tecnología ha contribuido a las pérdidas de vidas y las heridas en el conflicto palestino-israelí", concluye el comunicado.
El despido de estos empleados y las acusaciones de complicidad en actividades controvertidas no solo arrojan sombras sobre la ética corporativa de Google, sino que también plantean preguntas urgentes sobre la responsabilidad de las grandes empresas tecnológicas en el escenario geopolítico actual.