El Gobierno Dominicano apuesta por el bienestar y la sostenibilidad con un experimento sin precedentes en América Latina
MÉXICO.- En un hito para la región latinoamericana, la República Dominicana está a punto de dar un paso audaz al implementar una prueba piloto, impulsada por el gobierno, que reducirá la jornada laboral a 36 horas por semana, comenzando el 1 de febrero.
Este innovador experimento, con una duración de seis meses, tiene como objetivo explorar los beneficios tanto para los trabajadores como para las empresas, y se ejecutará en empresas líderes como Claro, IMCA, EGE Haina, el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) y el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben).
El ministro de Trabajo de República Dominicana, Luis Miguel De Camps, destacó la importancia de priorizar a las personas y mejorar su salud y bienestar, al tiempo que fomenta una productividad sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Este enfoque pionero busca no solo mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también contribuir a la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental.
La prueba piloto, que será supervisada y analizada por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), se llevará a cabo en dos fases.
Durante los primeros tres meses, las empresas participantes implementarán la semana laboral de 36 horas, mientras que los tres meses siguientes se dedicarán al levantamiento y análisis de datos para evaluar el impacto en el bienestar de los trabajadores, la productividad y el medio ambiente.
La vicerrectora de Investigación de la PUCMM, Juan Gabriel Faxas, resaltó que esta jornada laboral más corta no solo puede generar mayores efectos de bienestar, sino que también puede contribuir a la sostenibilidad y la disminución del impacto ambiental.
Además, se espera que sirva como estímulo para la economía local, derivada de las actividades que los ciudadanos realicen en su tiempo libre.
Hasta el momento, empresas destacadas como Claro, IMCA, EGE Haina, SeNaSa y Siuben se han unido al experimento voluntario, pero el gobierno mantiene las puertas abiertas para la participación de más empresas.
Este proyecto marca un precedente en la región, siendo la primera prueba piloto promovida por un gobierno latinoamericano para medir el impacto de una jornada laboral inferior a las 40 horas semanales.
Mientras otros países en la región ajustan sus límites, República Dominicana lidera el camino hacia una transformación significativa en la concepción tradicional de la jornada laboral.