El primer paso para una buena salud financiera es estar consciente de sus gastos y lo que estos implican
MÉXICO-. La importancia de contar con una buena salud financiera ha dejado de ser un tortuoso recordatorio que asusta a las personas cuyas finanzas no son estables, para convertirse en una necesidad que debe llevarse a cabo.
Entre los métodos recomendados para empezar a dejar de lado el mundo de las deudas y los gastos innecesarios, se encuentra el presupuesto, el cual proporciona al usuario un panorama de cómo se encuentran sus finanzas en ese momento.
De este presupuesto se desglosan dos tipos de gastos que es de suma importancia que el usuario conozca: los gastos fijos y los gastos variables.
El uso de herramientas financieras
Como ya se mencionó anteriormente, para que se pueda obtener una buena salud financiera, es importante que el usuario haga uso de herramientas de este tipo, para que sepa dónde se encuentran sus finanzas en un periodo corto de tiempo.
Es así que una de estas herramientas es el presupuesto, el cual se define como un registro previo y detallado de los ingresos y gastos del usuario en un plazo determinado. Sin embargo, para llevar a cabo este instrumento, es necesario conocer los gastos fijos y variables, así como sus diferencias e importancia.
La importancia de saber la diferencia entre gastos fijos y gastos variables
Al conocer lo que comprenden y sus diferencias, los usuarios pueden analizar con mayor rapidez los gastos que pueden reducir o eliminar para mejorar el bienestar de sus finanzas personales.
- Gastos fijos
Este tipo de gastos son aquellos que se consideran necesarios. Algunos de ellos no se pueden eliminar, pero sí recortar debido a su naturaleza indispensable. Por lo tanto, el usuario no puede prescindir de ellos como sí puede hacerlo con otros gastos, ya que de estos dependen la solvencia de las necesidades básicas de los usuarios.
Ejemplos de gastos fijos
- Alimentación
- Transporte
- Luz
- Gas
- Renta, entre otros.
- Gastos variables
Este tipo de gastos no son indispensables, y al contrario, cambian de acuerdo con los gustos y actividades de cada persona. Además, estos gastos no son innecesarios e incluso el usuario puede evitarlos para el bien de sus finanzas.
Ejemplos de gastos variables
- Ropa
- Calzado
- Comidas fuera de casa
- Visitas al cine, entre otros.