La aerolínea mexicana lucha contra desafíos financieros y operativos mientras busca soluciones para mantenerse en el aire
MÉXICO.- Desde octubre de 2021, Volaris, una de las principales aerolíneas de México, ha estado enfrentando una caída financiera alarmante, perdiendo cerca del 75% de su valor en el mercado. La empresa, que ha sido un pilar en la industria de la aviación mexicana, se encuentra inmersa en una tormenta de desafíos financieros y operativos que amenazan su supervivencia.
La situación financiera de Volaris es un asunto que afecta no solo a la empresa misma sino también a México en su conjunto, ya que la necesidad de conectividad y la iniciativa privada juegan un papel crucial en el país. La empresa está luchando por encontrar soluciones que le permitan mantenerse en el aire en medio de una compleja coyuntura económica y operativa. | pexels
Volaris inició sus operaciones en marzo de 2006 y durante la mayor parte de su trayectoria, navegó por los cielos sin problemas.
Sin embargo, en septiembre de 2023, la empresa se vio gravemente afectada por problemas tecnológicos relacionados con los motores de las aeronaves Airbus A320 Neo, esenciales para su flota.
Actualmente, Volaris opera el 53% de su flota con estos motores, y una revisión acelerada de los mismos por parte de Pratt & Whitney, la empresa matriz de los motores, ha generado incertidumbre en cuanto al número de aviones que estarán en tierra y el tiempo que dejarán de estar operativos. Esto impactará significativamente en los resultados y el flujo de efectivo de la aerolínea.
Además de estos problemas, Volaris también se ha visto afectada por el aumento de los precios de la turbosina, ya que su estrategia se basa en ofrecer precios bajos y competitivos, lo que limita su capacidad para trasladar estos costos adicionales a los consumidores.
A finales de septiembre de 2023, Volaris anunció su intención de obtener 15,500 millones de pesos a través de la Bolsa Mexicana de Valores mediante la emisión de deuda, dejando como garantía los derechos de cobro futuros de los contratos con procesadores de tarjetas de crédito.
A pesar de estos desafíos, Volaris ha obtenido una calificación de riesgo crediticio de doble A más por parte de las agencias calificadoras, lo que indica una baja probabilidad de incumplimiento de pago.
Sin embargo, la aerolínea se encuentra en un momento complicado, debido a la combinación de factores que incluyen la pandemia, los problemas con los motores de sus aeronaves y el aumento de los precios de la turbosina.
Aunque las similitudes con la extinta Interjet son evidentes, los expertos consideran poco probable que Volaris siga el mismo camino, ya que sus problemas parecen derivarse de circunstancias específicas, como el conflicto en Rusia y Ucrania, en lugar de un pésimo manejo financiero.
Se espera que Volaris se centre en lograr una rentabilidad favorable, redirigiendo su capacidad hacia rutas más rentables y apostando por una guerra de buen servicio a sus pasajeros. La conectividad y la importancia de Volaris en la industria de la aviación mexicana hacen que su supervivencia sea crucial.
La situación financiera de Volaris es un asunto que afecta no solo a la empresa misma sino también a México en su conjunto, ya que la necesidad de conectividad y la iniciativa privada juegan un papel crucial en el país. La empresa está luchando por encontrar soluciones que le permitan mantenerse en el aire en medio de una compleja coyuntura económica y operativa.
La historia de Volaris es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las aerolíneas en el entorno global actual y de la importancia de la adaptación y la resiliencia en la industria de la aviación.