Al realizar tu presupuesto toma en cuenta tus gastos ocasionales

Muchísimas personas se olvidan de incluir en su presupuesto gastos ocasionales, como por ejemplo la cuota anual de sus tarjetas de crédito, la renovación de sus seguros, los útiles escolares, los regalos de Navidad, etc.

MÉXICO.- Entonces, cuando suceden, suelen siempre causar un fuerte impacto en nuestro bolsillo. Por eso no es raro ver, al inicio de cada ciclo escolar o bien al principio de cada año, durante la cuesta de enero, largas filas en casas de empeño. Son personas que buscan obtener liquidez para enfrentar esos pagos. 

Otros se endeudan con tarjetas de crédito, que es aún peor, causando un desequilibrio en su presupuesto familiar porque esas deudas tarde o temprano tienen que pagarse. 

Estas deudas suelen tener un costo muy alto, desde comisiones por apertura hasta tasas de interés sumamente elevadas. Poca gente se da cuenta de lo que gasta en intereses al año pero en muchas familias es quizá su principal egreso, particularmente si tienen un crédito hipotecario o automotriz. 

La mayoría de las personas se fija sólo en la mensualidad, pero no en los intereses (que por cierto, aparecen en el estado de cuenta, y que también deberíamos incluir en nuestro registro de gasto para darnos cuenta de todo lo que se nos va debido a ese concepto).

Siempre he pensado que manejar las cosas de esta manera no es lo más adecuado. Deberíamos hacer el esfuerzo de pagar esos gastos antes de que se presenten, no después. 

Eso lo podemos hacer en nuestro presupuesto separando en él la cantidad necesaria cada mes, para que en el momento en que tengamos que hacer el gasto, lo hagamos con dinero en mano.

Algunas personas prefieren separar el dinero en otra cuenta, para no mezclarlo. Eso no es necesario si tenemos un buen orden y llevamos nuestro presupuesto bien hecho, pero a muchas personas les ayuda. Desde el punto de vista psicológico, no ven el dinero en su cuenta principal y por ello no se lo gastan.

A modo de ejemplo, supongamos que pensamos tomarnos unas vacaciones dentro 12 meses que costarán 24,000 pesos. Para pagarlas, tenemos dos opciones: programarlas y ahorrar para ellas desde ahora o bien, cuando lleguen, endeudarnos.

En el primer caso, si ahorramos 2,000 pesos al mes, podremos pagarlas de contado sin problemas y hasta habremos ganado algo de intereses. Tomando en cuenta una tasa de 3% anual (similar a la que se podría conseguir en instrumentos como Cetes) lograríamos acumular 24,393.60 pesos.

Pero, en cambio, si decidimos endeudarnos a una tasa de interés de 38%, que es algo perfectamente razonable en tarjeta de crédito, con un pago mensual de 2,000 pesos, también terminaremos pagando en 16 meses (cuatro meses más) y será un total de 30,674.23 pesos. En otras palabras, habremos pagado 6,674.23 pesos de intereses.

¿Habremos pensado la cantidad que nos ahorraríamos en nuestra vida si dejáramos de pagar intereses por cada uno de estos gastos, que podemos perfectamente planear? 

Si esta cantidad la ahorráramos y la invirtiéramos de manera eficiente, el patrimonio que podríamos construir a lo largo de los años es significativo.

Por ello, siempre le será mejor endeudarse con usted mismo, ya que, en lugar de tener que pagar altos intereses a sus acreedores, los recibirá usted por sus inversiones, con todos los beneficios que esto le puede representar.

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