El mercado accionario se asemeja a una subasta, donde los precios se determinan mediante la oferta y la demanda
MÉXICO.- El mercado accionario funciona como cualquier otro mercado, donde los precios de las acciones se establecen según la oferta y la demanda en un momento dado.
Al final del texto, se invita a los lectores a suscribirse a un sitio web y obtener un mini-curso gratuito sobre los pasos para alcanzar la libertad financiera. | pexels
Podemos compararlo con una subasta, donde los objetos que se subastan pertenecen a personas que desean venderlos. La casa de subastas actúa como intermediario, organizando el evento y reuniendo a los vendedores y compradores en un solo lugar.
No hay un precio fijo para los objetos subastados, el precio final se determina por lo que el comprador está dispuesto a pagar.
En el mercado accionario, aquellos que desean vender sus acciones las ofrecen, y los compradores realizan ofertas por ellas. Las casas de bolsa actúan como intermediarios, facilitando estas transacciones.
Actualmente, las transacciones en el mercado accionario se realizan de forma remota a través de medios electrónicos, en lugar de un lugar físico específico.
La determinación de los precios de las acciones se basa en el menor precio que el vendedor está dispuesto a aceptar y en cuánto está dispuesto a pagar el comprador por esas acciones.
Si una acción es muy comercializada, habrá muchas ofertas y su precio se moverá constantemente. En cambio, si hay pocas ofertas, el movimiento puede ser menos frecuente pero más brusco.
Existen numerosos factores que pueden hacer que los precios de las acciones fluctúen, pero no todos ellos se pueden explicar de manera racional.
En muchos casos, los precios de las acciones se ven afectados por las expectativas del mercado. Por ejemplo, el precio de una acción puede bajar incluso si una empresa informa resultados positivos, si el mercado esperaba resultados aún mejores.
En ocasiones, las reacciones a noticias externas, que aparentemente no están directamente relacionadas con la empresa o su mercado, también pueden influir en los precios. Esto se debe a que las expectativas cambian.
Algunos inversionistas buscan determinar el valor justo de una acción y compran o venden en función de esa evaluación.
Compran acciones si consideran que el precio de mercado está por debajo del valor real de la compañía y venden si consideran que el mercado está sobrevalorando a esa empresa.
Sin embargo, también existen inversionistas que basan sus decisiones de compra o venta en emociones como el miedo, sin tener en cuenta la lógica o las circunstancias actuales.
Otros siguen la tendencia general del mercado sin un análisis detallado, lo que se conoce como "mentalidad de manada". Esto explica por qué a veces se dice que el mercado está sobrerreaccionando.
Los precios que se publican en los periódicos especializados, corresponden a la última transacción realizada el día anterior (conocido como el precio de cierre).
También se pueden consultar el volumen de acciones negociadas y los precios máximos y mínimos que los compradores y vendedores estuvieron dispuestos a aceptar.
Es importante recordar que al comprar acciones, uno se convierte en socio de la empresa. Aunque el mercado puede ser volátil y los precios fluctúen, a largo plazo, el rendimiento de una acción está estrechamente relacionado con el desempeño de la empresa.
Si la empresa crece y es rentable, esto se reflejará en el precio de sus acciones con el tiempo. Por otro lado, si a la empresa le va mal, también afectará el precio de sus acciones.
Es fundamental conocer las empresas en las que se invierte y tener expectativas claras sobre ellas. Además, diversificar la inversión en el mercado accionario es recomendable.
Para aquellos que están comenzando y tienen conocimientos y recursos limitados, una forma sencilla de hacerlo es a través de instrumentos indizados, que replican la composición y el comportamiento del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores.
Se pueden utilizar ETF (Exchange-Traded Funds) ofrecidos por sociedades de inversión, como el Naftrac, que replican el comportamiento del IPyC y se pueden adquirir a través de casas de bolsa.
Al final del texto, se invita a los lectores a suscribirse a un sitio web y obtener un mini-curso gratuito sobre los pasos para alcanzar la libertad financiera.