Llevar a tu empresa al siguiente nivel es uno de los objetivos primordiales de todo empresario, ya que al subir de nivel, accederás a las distintas oportunidades que el mercado te demanda.
MÉXICO. Llevar a tu empresa al siguiente nivel es uno de los objetivos que todo empresario debe perseguir, ya que es, pues, un deseo constante de seguir mejorando. Al subir de nivel a tu empresa, podrás aprovechar de distintas oportunidades que el mercado te demanda; pero, para hacerlo, deberás tener una suma, ya sea con crédito o capital.
Independientemente de qué instrumento decidas elegir, la recomendación clave consiste en pensar en grande y construir tu empresa con esa idea: venderla | Pexels.
Según Entrepreneur, no para todos los negocios funciona el mismo instrumento, ya que depende del desarrollo que esté teniendo si te conviene usar uno u el otro; por esta razón, toma nota de qué características brinda y determina la mejor opción.
Sobre el Crédito.
Para saber si eres sujeto o no de crédito, las instituciones analizarán tus estados financieros, ventas, situación en el Buró de Crédito y si cuentas con aval y monto del préstamo, que debe ser similar a la suma de la utilidad operativa que tengas.
Si generas entre $100 millones y $2,000 millones al año, tu opción sería la banca empresarial, que revisa la estructura, mercado y las posibilidades de crecimiento; además del rumbo que tomará tu negocio.
Si cotizas más de $2,000 millones, accedes a la banca corporativa, y a operaciones de deuda que son mejor estructuradas. Asimismo, existen otras formas de financiamiento no tradicionales que se basan en el proyecto y/o garantías, como el factoraje, arrendamientos, crédito en base a descuento de contratos, etc.
O, si lo prefieres, puedes acceder a la deuda mezzanime, cuando tu necesidad es tan grande que la banca se queda “corta”, o no te presta lo suficiente para comprar o crecer.
Sin embargo, recuerda que el préstamo es de dinero que no es del negocio, y tiene costo, es decir: interés, uno que debes pagar junto al monto del crédito.
Sobre el Capital.
Si un inversionista inyecta sus recursos al negocio, este se vuelve co propietario de un porcentaje de dicha empresa, y adquiere el derecho de recibir una fracción de las utilidades que este genere.
Es menester señalar que existen varios fondos a los que puedes acceder, esto según la etapa en la que se encuentre tu empresa.
Si es menor a dos años en operación, están los inversionistas ángeles.
Por otro lado, están también los fondos de capital emprendedor o venture capital, que invierten en negocios que disponen de alto potencial; pero, sin un marca que realmente esté posicionada, y rentabilidad operativa.
Los fondos de capital de crecimiento (private equity) invierten en compañías más maduras, que ya cuentan con posicionamiento de marca, altas ventas, y, por lo tanto, ofrecen mayor rentabilidad.
Los socios aportamos el ‘capital inteligente’ es decir, recursos económicos acompañados de fórmulas para saber cómo manejar y gestionar el negocio con el objetivo de hacerlo crecer”, declara Alonso Díaz a Entrepreneur.
Sin embargo, es menester considerar que, a cambio diluyes tu empresa, compartes la toma de decisiones y las utilidades, que afecta a tu retorno de inversión.
Capital vs Crédito: ¿qué conviene más?
Si necesitas sólo dinero, es mejor un crédito que esté bien estructurado y te ayude alcanzar tus metas, lo más rápido que se pueda; pero, si es un tema estratégico, el capital te dará no sólo recurso, sino contactos, mercado, conocimientos y, sobre todo, clientes.
No obstante, independientemente de qué instrumento decidas elegir, la recomendación clave consiste en pensar en grande y construir tu empresa con esa idea: venderla