Diferenciar entre inversiones y posesiones: Clave para el crecimiento económico en México

Según datos oficiales del Inegi, sólo alrededor del 12% de los mexicanos invierte su dinero en instrumentos financieros o bienes con la finalidad de obtener rendimientos a largo plazo

MÉXICO.- Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo alrededor del 12% de los mexicanos invierte su dinero en instrumentos financieros o bienes con el objetivo de obtener rendimientos a largo plazo. 

Esta cifra refleja una oportunidad significativa para fomentar la cultura de inversión en el país. 

Según Alejandro Saracho, autor del Best Seller "Reconfiguración Financiera" y experto en inversiones, una inversión implica asignar recursos con la expectativa de obtener beneficios futuros, como rendimientos económicos, crecimiento del capital o adquisición de activos que aumenten su valor con el tiempo. 

Por otro lado, un gasto se refiere a la salida de dinero para adquirir bienes o servicios que no generan un retorno económico o que pierden valor con el tiempo.

Algunos ejemplos de inversiones sólidas en México incluyen bienes raíces, invertir en la bolsa de valores y participar en negocios. Estas opciones ofrecen oportunidades de crecimiento y rendimientos a largo plazo, respaldados por factores como la demanda continua y el desarrollo económico.

Por otro lado, existen posesiones o bienes con pérdida de valor que no generan beneficios económicos a largo plazo. Estos incluyen los gastos relacionados con el estilo de vida, la compra de vehículos nuevos y la casa en la que uno habita. 

Estas adquisiciones suelen generar salidas de dinero y no aumentan su valor con el tiempo.

Diferenciar entre inversiones y posesiones es esencial para maximizar el potencial financiero y construir un futuro económico sólido. 

Promover la educación financiera y ofrecer instrumentos de inversión accesibles y seguros son fundamentales para fomentar una cultura de inversión saludable en México. 

Al tomar decisiones financieras informadas y estratégicas, se puede asegurar el bienestar económico y abrir nuevas oportunidades de crecimiento y prosperidad en el entorno financiero actual.

Fuente: Inegi y Reconfiguración Financiera

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