De acuerdo con datos de MIDOT, empresa global especializada en la evaluación de la integridad y ética laboral, un 16% de los candidatos en Latinoamérica consideran que está bien mentir sobre su pasado en términos de trabajo, sin intención de hacer nada deshonesto en el nuevo espacio.
MÉXICO.- El entorno laboral no escapa a las mentiras y la deshonestidad en los equipos de trabajo se puede presentar a través de diferentes prácticas; desde un ‘robo hormiga’, falsificación de información, desvío de recursos e, incluso, en procesos de reclutamiento, donde los candidatos falsean datos o incurren en prácticas deshonestas al tener la entrevista laboral con tal de conseguir una oportunidad.
De acuerdo con datos de MIDOT, empresa global especializada en la evaluación de la integridad y ética laboral, un 16% de los candidatos en Latinoamérica consideran que está bien mentir sobre su pasado en términos de trabajo, sin intención de hacer nada deshonesto en el nuevo espacio.
La herramienta en la que más se miente es el currículum, 8 de cada 10 buscadores asegura haber ‘maquillado’ este documento, según enlistó en 2021 la Asociación Americana de Recursos Humanos.
Actualmente en los espacios de trabajo existen diversas prácticas que pueden impactar a las instituciones, entre éstas se encuentra el robo hormiga, con mayor relevancia, así como el desvío y malversación de recursos. Otra de las más concurridas es la falsificación de datos o currículos durante las entrevistas laborales con la finalidad de conseguir una oportunidad, aunque no se esté preparado", menciona Fernando Calderón, director gerente de MIDOT México.
Tras diversos análisis y seguimiento de información realizado por MIDOT, se desprende que, independiente a mentir en el CV, hay nuevas formas de engaño por parte de los candidatos, como la suplantación de identidad en las evaluaciones en línea.
La forma en que este acto deshonesto opera consiste en que el candidato solicite a otra persona realizar, parcial o totalmente, los exámenes cuyos resultados evaluarán las empresas para decir si elegir o no a la persona. Este es un ejemplo de algunas prácticas de deshonestidad laboral.
En opinión de Fernando Calderón un desafío para las áreas de Recursos Humanos, o cualquier organización, es corroborar mediante evaluaciones específicas la integridad de la persona que será contratada, e incluso, repetir estas pruebas una vez que el profesional cuenta con cierta trayectoria en la empresa, pues en la actualidad "mentir es una conducta que se ha normalizado" por variadas razones. No cotejar genera un fuerte impacto económico y de tiempo para las firmas.
"A veces la organización asume erróneamente que no se necesita una verificación respecto a la integridad de la persona, sobre todo en niveles superiores. Es una realidad que entre mayor jerarquía se tenga en la empresa más daño puede causar un colaborador, esto es una ‘razón de peso’ para hacer una evaluación que permita identificar desde un posible comportamiento deshonesto, hasta la inteligencia emocional del candidato", explica Calderón.
Fuente: El Universal