Como resultado, el apetito por el riesgo ha aumentado como una forma de impulsar el desarrollo en el sector, según revela la Encuesta Global de Riesgo realizada por Accenture, que entrevistó a más de 450 ejecutivos de riesgos de todo el mundo.
MÉXICO.- Los Chief Risk Officer (CROs) se encuentran actualmente ante un panorama económico desafiante, regulaciones cada vez más exigentes y un entorno competitivo en constante evolución debido a la innovación digital.
La disposición a asumir mayores riesgos comerciales expone a las empresas de servicios financieros a riesgos emergentes, como los riesgos cibernéticos, de privacidad de datos, de reputación, de redes y medios sociales, y de nuevas conductas. Esto exige que las decisiones de riesgo jueguen un papel estratégico que requiere una mayor determinación y asertividad. | pexels
Como resultado, el apetito por el riesgo ha aumentado como una forma de impulsar el desarrollo en el sector, según revela la Encuesta Global de Riesgo realizada por Accenture, que entrevistó a más de 450 ejecutivos de riesgos de todo el mundo.
Existen cinco prioridades estratégicas que los CROs deben tener en cuenta:
Crear y fortalecer relaciones: Existe la necesidad de estrechar la colaboración entre las áreas de riesgo y las operativas, y de integrar los riesgos en el proceso de toma de decisiones. Según el 22% de los encuestados, las finanzas y el riesgo son clave en las estrategias corporativas, y el 21% señaló que los CROs necesitan una comunicación constante con el Chief Technology Officer (CTO) y el Chief Information Officer (CIO).
Las diferentes áreas deben trabajar juntas para lograr objetivos comunes, donde la gestión de riesgos se convierta en un habilitador y potenciador del negocio en busca de una óptima relación riesgo-retorno.
Invertir en talento: Los profesionales de riesgo deben especializarse aún más para hacer frente a la creciente complejidad. El 83% de los encuestados cree que la gestión del riesgo ha contribuido a un crecimiento rentable a largo plazo para sus empresas, y el 37% considera que la identificación de riesgos cibernéticos será una capacidad fundamental en la función de los CROs. La inversión en talento es clave para comprender y aprovechar las nuevas tecnologías.
Anticipar riesgos operativos: El cambio hacia nuevos modelos de negocio, impulsado principalmente por el uso de tecnologías digitales, requiere un enfoque renovado en la gestión de riesgos operativos.
El 65% de los líderes bancarios espera un aumento de las ciberamenazas con el tiempo, y el 59% prevé un aumento de los riesgos estratégicos. Anticipar los riesgos operativos debe convertirse en una prioridad en la agenda de crecimiento empresarial.
Fortalecer la cultura de riesgo: Se requiere una cultura de riesgo capaz de resistir los cambios disruptivos. Los líderes del sector enfrentan importantes desafíos para arraigar la cultura de riesgo dentro de sus empresas; solo el 11% de los encuestados afirma que la cultura de riesgo en su compañía está completamente integrada en el proceso de toma de decisiones.
La rotación del personal en las funciones de riesgo es una estrategia crítica para promover la cultura de riesgo en la organización; los empleados deben considerarse gerentes de riesgo, además de sus responsabilidades habituales. Cada miembro de la institución debe ser una línea de defensa ante las amenazas diarias y tomar decisiones de manera consistente con esta mentalidad.
Impulsar el uso de big data y análisis: Pocas instituciones financieras están aprovechando las herramientas digitales para expandir su negocio. Solo el 9% de los encuestados afirma que el análisis de riesgos se integra en la toma de decisiones estratégicas, y el 22% cree que esta integración ocurrirá en los próximos dos años.
Los CROs podrían utilizar el análisis de datos para implementar estrategias innovadoras y aumentar su comprensión del riesgo.
La disposición a asumir mayores riesgos comerciales expone a las empresas de servicios financieros a riesgos emergentes, como los riesgos cibernéticos, de privacidad de datos, de reputación, de redes y medios sociales, y de nuevas conductas. Esto exige que las decisiones de riesgo jueguen un papel estratégico que requiere una mayor determinación y asertividad.
Fuente: Accenture