¿Has pensado en el impacto económico y ambiental al eliminar los alimentos que no alcanzas a consumir? te hablaremos sobre el impacto global del desperdicio y/o descarte de alimentos, las cadenas de desperdicio antes de llegar a tu mesa y las acciones para evitarlo.
MÉXICO.- De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los alimentos que nunca se consumen representan un desperdicio de recursos, como tierra, agua, energía, suelo, semillas y otros insumos utilizados en su producción.
Y no lo es todo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que entre el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas a alimentos que nunca se consumieron.
Las razones por las que se pierde o desperdicia un alimento son variadas: el mal tiempo, los problemas de procesamiento, la sobreproducción y los mercados inestables provocan la pérdida de alimentos mucho antes de que lleguen a las tiendas, mientras que la sobrecompra, la mala planificación y la confusión sobre las etiquetas contribuyen al desperdicio de alimentos en las tiendas y en los hogares.
En este artículo, te hablaremos sobre el impacto global del desperdicio y/o descarte de alimentos, las cadenas de desperdicio antes de llegar a tu mesa y las acciones para evitarlo.
Hablemos de desperdicio
La FAO estima un desperdicio global de entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano, esto presenta algo así como 1,300 millones de toneladas de alimentos, suficientes para alimentar a 2,000 millones de personas
En el caso de América Latina y el Caribe, se estima 6% de las pérdidas mundiales de alimentos y, cada año se pierde y desperdicia alrededor del 15% de sus alimentos disponibles, aun cuando 47 millones de sus habitantes todavía viven día a día con hambre.
Por su parte, en México de acuerdo con el Banco de Alimentos de México (BAMX), organización de la sociedad civil sin fines de lucro, un tercio del alimento producido se desperdicia, lo que equivale a 38 toneladas por minuto, que bien podrían alimentar a 25.5 millones de personas con carencia alimentaria.
En este sentido, es importante entender el desperdicio y sus etapas. De acuerdo con FoodPrint, empresa dedicada a la investigación y educación sobre prácticas de producción de alimentos, existen dos tipos de desaprovechamiento de alimentos:
La pérdida: Una disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los proveedores en la cadena alimentaria, excluyendo a los minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores, en las fases de producción, post-cosecha, almacenamiento y transporte.
El desperdicio: La disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, proveedores de servicios alimentarios y consumidores, incluye la comida a medio comer que queda en el plato en un restaurante y los restos de la comida preparada en casa.
En general, las causas que generan esta descomposición y desecho de alimentos en el hogar son variadas, te enlistamos algunas:
- Deterioro de alimentos: El deterioro ocurre debido a un almacenamiento inadecuado, falta de visibilidad en los refrigeradores, ingredientes parcialmente utilizados y necesidades alimentarias mal calculadas.
- Preparación excesiva: En ocasiones las personas cocinan o sirven demasiada comida y a menudo más de la que se pueden terminar los miembros del hogar. Además es común olvidarse de comer las sobras y se terminan tirando.
- Confusión en la etiqueta de fecha: Algunas personas desechan alimentos prematuramente debido a la confusión sobre el significado de las leyendas en las etiquetas, específicamente “Fecha de caducidad” o “Consumir preferentemente antes de…”
- Compra excesiva: Las ventas de productos inusuales y las promociones que fomentan las compras de alimentos por impulso y al por mayor en las tiendas minoristas a menudo llevan a los consumidores a comprar artículos que no se ajustan a sus plan de alimentación regular y, por lo tanto, se echan a perder antes de que puedan usarse.
- Mala planificación: Sin un plan de comidas ni listas de compras, los consumidores a menudo hacen estimaciones inexactas de qué y cuántos ingredientes usarán durante la semana. Las comidas no planificadas en restaurantes o la entrega de alimentos también pueden hacer que la comida en el hogar se deteriore antes de que pueda usarse.
Fuente: FAO, Bancomext, Profeco y Gobierno de México