¿Realmente sirve la escuela? Desde los primeros años en el kinder hasta los años dedicados en la universidad, invertimos tiempo y recursos en nuestra formación académica.
MÉXICO.- En un mundo donde la educación es un pilar fundamental para el progreso individual y social, surge la pregunta:
Solo así podremos garantizar que la educación cumpla su verdadero propósito: preparar a las futuras generaciones para enfrentar con éxito los retos financieros que les depara el mundo real. |
¿Realmente sirve la escuela? Desde los primeros años en el kinder hasta los años dedicados en la universidad, invertimos tiempo y recursos en nuestra formación académica.
Sin embargo, ¿qué tanto nos prepara la escuela para alcanzar la tan ansiada libertad financiera? El experto en finanzas, Andrés Garza, realizó un análisis en su canal para ilustrar este tema. A continuación retomaremos sus ideas.
3 años en el kinder, 6 años en la primaria, 3 años en la secundaria, 3 años en la preparatoria y 5 años en la universidad. 20 años estudiando para qué.”
“Si el objetivo de la escuela es tener una mejor economía, ¿se logra realmente este objetivo? ¿Te enseñan algo para lograr tu libertad financiera? Cosas como finanzas personales, inversiones, créditos o impuestos.”
“Porque para adquirir una casa no te pedirán tus calificaciones, pero sí tu historial crediticio y ¿qué tanto sabes de eso? La escuela no es mala, simplemente son tantos años en ella y no nos enseñan lo que realmente deberían."
Análisis y Reflexión
La reflexión planteada invita a cuestionar el propósito y la eficacia de la educación en el ámbito financiero. Más allá de adquirir conocimientos académicos, es crucial que la escuela brinde herramientas prácticas para enfrentar los desafíos financieros de la vida adulta.
Temas como finanzas personales, inversiones y manejo de créditos son fundamentales para alcanzar la estabilidad económica y la tan deseada libertad financiera.
El llamado es a repensar el enfoque educativo y a promover una mayor integración de contenidos financieros en el currículo escolar.
Solo así podremos garantizar que la educación cumpla su verdadero propósito: preparar a las futuras generaciones para enfrentar con éxito los retos financieros que les depara el mundo real.