Para enfrentar los gastos en la educación existen productos que se pueden contemplar, con posterioridad. Se trata del seguro educativo, un producto a través del cual se realizan ahorros durante varios años hasta que el hijo o la hija cumpla 18 años y esté por entrar a la universidad.
MÉXICO.- Se estima que en México más de 628,000 niños de 6 a 17 años de edad abandonaron los estudios a causa de las complicaciones económicas familiares y la falta de condiciones para el aprendizaje a través de la educación no presencial, según datos del estudio “Los costos Educativos de la crisis sanitaria en América Latina y el Caribe”, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para enfrentar los gastos en la educación existen productos que se pueden contemplar, con posterioridad. Se trata del seguro educativo, un producto a través del cual se realizan ahorros durante varios años hasta que el hijo o la hija cumpla 18 años y esté por entrar a la universidad.
Son seguros de vida con componente de ahorro enfocado a la educación, sin embargo, el dinero que se acumule al final se puede usar para el pago de colegiaturas, útiles, transporte, rentas o cualquier otro fin, que en teoría tenga que ver con la educación.
Estos seguros los contratan los padres, ya sea mamá o papá, y ellos son los asegurados mientras que el beneficiario de la suma de ahorro es el hijo o la hija. Este producto también se puede contratar por terceros en la familia, como abuelos o tíos, sin embargo, se debe aclarar el parentesco al momento de la contratación.
Se recomienda realizar la adquisición de este tipo de seguros cuando los hijos están pequeños, entre menos años tengan mayor será la suma de ahorro y mejores beneficios ofrecerán las aseguradoras.
De acuerdo con AXA, en estos seguros, al final del plazo pactado, que puede ser a los 18 o 22 años de edad del menor, se entrega el ahorro acumulado. Además, de que al ser un seguro de vida, la familia cuenta con un respaldo financiero en caso de fallecimiento o invalidez del contratante.
En estos seguros, la suma asegurada o el ahorro acumulado lo establecen quienes contratan el producto de acuerdo al monto que prevén que van a requerir para la educación de sus hijas e hijos. Por ejemplo, quizá planean estudiar alguna carrera que cuesta 500,000 o un millón de pesos.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo de una carrera universitaria puede ser ronda entre 125,000 y 930,000 pesos.
Para conocer información sobre esto, el IMCO tiene disponible en su plataforma el micrositio de ComparaCarreras, en donde cualquier persona puede revisar información sobre diversas ofertas educativos.
Por ejemplo, cuáles son las carreras con más demanda, cuántas personas se inscriben en ellas, qué universidades tienen la carretera que les interesa, cuánto ganan quienes eligen esta profesión y el retorno sobre la inversión que se realizó.
De acuerdo con un ejercicio realizado en el comparador del IMCO, se estima que 451,262 personas estudiaron la carrera de medicina, es decir, las personas que tienen esta licenciatura. En esta profesión la tasa de empleo es de 98.2%, la mayoría trabaja como subordinado y el salario promedio mensual ronda en 17,846 pesos.
El costo promedio de esta carrera en una universidad pública es de 58,630 pesos y tiene un retorno de inversión de casi seis meses, en una universidad privada cuesta 1 millón 493,029 pesos y tiene un retorno de inversión de 146.8 meses.
¿Cuánto cuesta un seguro?
Las personas que contratan el seguro definen cuánto quieren ahorrar y con base en eso se calcula los pagos anuales que realizarán. Por ejemplo, si se tiene un hijo de dos años y se busca ahorrar 1 millón de pesos para cuando cumpla 18, se tendrán 16 años para pagar el seguro. Entonces, se debería ahorrar alrededor de 62,500 al año.
De primera instancia parece un calculo sencillo, no obstante, al cotizar este producto es importante que preguntes al agente sobre la protección contra la inflación que contempla el producto.
Fuente: El Economista