Un vistazo al Régimen Simplificado de Confianza que busca aumentar la recaudación sin crear nuevos impuestos
MÉXICO.- El Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) es una herramienta fiscal que ha generado curiosidad y debate entre los contribuyentes y expertos en impuestos.
Con la finalidad de mejorar la recaudación sin aumentar la carga tributaria, el RESICO se presenta como un sistema sencillo que apela a la confianza de los pequeños contribuyentes.
En este artículo, exploraremos el propósito y funcionamiento de esta modalidad, que podría ser el anzuelo que atrae a más personas hacia la formalidad fiscal.
La lógica detrás del RESICO se basa en la premisa de que, en lugar de crear nuevos impuestos o incrementar las tasas existentes, se puede fomentar el cumplimiento fiscal de aquellos que ya están bajo la jurisdicción tributaria.
Esto se logra a través de un régimen simple, como su nombre lo indica, que exime a los contribuyentes de trámites complicados.
En palabras simples, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) realiza los cálculos y procedimientos necesarios en lugar de que los contribuyentes lo hagan por sí mismos.
El RESICO se presenta como un anzuelo para atraer a pequeños contribuyentes hacia la formalidad fiscal. La simplicidad de este régimen se convierte en un incentivo para que aquellos que operan en la economía informal decidan incorporarse al sistema tributario oficial.
Esto, a su vez, podría aumentar la base de contribuyentes y, en consecuencia, la recaudación de impuestos sin necesidad de crear nuevas cargas impositivas.
Si bien el RESICO ha sido objeto de discusión en el ámbito fiscal, su objetivo fundamental es claro: facilitar la transición de pequeños contribuyentes hacia la formalidad, aumentando así la recaudación sin recurrir a la creación de nuevos impuestos.
Con su enfoque en la simplificación y la confianza, el RESICO puede desempeñar un papel importante en el fortalecimiento de las finanzas públicas y en la reducción de la economía informal.