SAT niega a joven con discapacidad motora su firma electrónica

El joven contó que llegó al módulo de atención del SAT para la activación de su firma electrónica y aunque la atención fue muy buena, la servidora pública tuvo que llamar a su coordinador para informarse si procede que él tenga una firma electrónica, ya que no puede firmar de forma autónoma

MÉXICO.- El Servicio de Administración Tributaria (SAT), no permitió a un joven identificado como Daniel Robles Haro, con discapacidad motora, activar su firma electrónica, denunció el contribuyente a través de Twitter.

En su publicación, Daniel Robles relató las complicaciones que experimentó al acudir como cualquier otro contribuyente a hacer un trámite tan común, como la activación de la firma electrónica.

El joven contó que llegó al módulo de atención del SAT para la activación de su firma electrónica y aunque la atención fue muy buena, la servidora pública tuvo que llamar a su coordinador para informarse si procede que él tenga una firma electrónica, ya que no puede firmar de forma autónoma.

“Y pues como yo no puedo firmar de forma autónoma, pues fue a consultar las normas. Y al regresar nos explicó que el SAT no puede saber a simple vista si soy una persona capaz de asumir una responsabilidad como contribuyente”, escribió en un tuit.

El joven mencionó que en su certificado de discapacidad se explica que su lesión es motora y se comunica a través de tableros, por lo que requiere de un cuidador.

Busca reconocimiento del SAT como contribuyente

Así que sus opciones son presentar un dictamen médico de discapacidad mental o que su mamá firme por él como tutora, pero lo que a él le desagrada es no ser reconocido como un contribuyente.

Daniel Robles estaba ilusionado con registrar su firma electrónica ante el SAT/ Especial

Yo sé que es un hecho que siempre requeriré ayuda física. Pero me gustaría ser reconocido legalmente como una persona capaz de tomar decisiones y adquirir responsabilidades y ahora no sé qué hacer”, narró.

Daniel Robles Haro mencionó que no desea pelear contra el SAT, sino que le parece una buena oportunidad de cambiar un reglamento excluyente, para que se otorgue confianza y se reconozca la capacidad intelectual, independientemente de las capacidades físicas.

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