Cunado una persona muere y no deja un testamento con su voluntad, comienza una sucesión legítima, un proceso que consiste en heredar a los familiares, según el orden de parentesco
MÉXICO.- Un testamento puede brindarte no sólo la tranquilidad de proporcionarle paz a tus seres queridos cuando no estés, sino la posibilidad de decidir qué quieres que ocurra con tus bienes, algo muy contrario a cuando no dejas por escrito tu voluntad.
Cunado una persona muere y no deja un testamento con su voluntad, comienza una sucesión legítima, un proceso que consiste en heredar a los familiares, según el orden de parentesco.
Una sucesión legítima, ocurre en los siguientes casos:
- Cuando la persona muerte sin hacer testamento, o este perdió su validez
- Cuando el testamento no tiene heredero en todos o en parte de los bienes, o no dispone de todos los que corresponden al testador
- Cuando el heredero muere antes que el testador o rechaza la herencia sin tener sustituto
- Cunado el heredero es incapaz de tomar posesión de los bienes heredados
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de la sucesión legítima?
Cuando una persona falleció y después de que comience la sucesión legítima, se convoca a los posibles herederos, de acuerdo con El Financiero, como pueden ser: Hijos, pareja y nietos.
Una vez que se presenten todos los involucrados se elabora una lista y avalúo de los bienes que pertenecieron a la persona fallecida y se asigna un albacea que no tenga conflicto de interés con los herederos y se reparte la herencia en partes iguales.
Sin embargo, cuando los familiares no están de acuerdo con lo que les corresponde, las leyes mexicanas establecen una alternativa jurídica que permite resolver la situación, que es un juicio ante un juez familiar y puede tardar desde meses, hasta décadas.
Llegar a una conclusión en el proceso, depende de la posibilidad de conciliar, según el texto de El Financiero, y de la actuación de los abogados de las partes, como en todo juicio.